Que mejor que ir al cine con un buen vaso de gaseosa y algo para comer, chocolates, caramelos, confites, y los tan clásicos pochoclos. Muchas veces dudamos de entrar con estas cosas compradas fuera del complejo por miedo a que no nos dejen ingresarlo.
Pero debemos saber que comprar las bebidas o las golosinas dentro del complejo debe ser una opción para el consumidor.
Esta práctica es contraria a nuestro marco legal y resulta abusiva.
En ese sentido, el artículo 8 bis de la ley de Defensa al Consumidor establece la obligación por parte de los negocios de brindar un trato digno a los consumidores, lo que contraviene prohibir la compra de alimentos y bebidas fuera del establecimiento.
A su vez, el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación define en su artículo 1099, que “están prohibidas las prácticas que limitan la libertad de contratar del consumidor, en especial, las que subordinan la provisión de productos o servicios a la adquisición simultánea de otros, y otras similares que persigan el mismo objetivo”.
Entonces, ante la negativa de ingresar con la compra realizada fuera del complejo, se debe pedir el libro de quejas, que es obligatorio que tengan.
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